Boletín Informativo, de expresión libre y creativa para padres, niños, familiares y amigos.
Hermosillo, Sonora, México.


        Aparté diez camellos que incorporé a los míos; pero la misma prontitud con que había cedido el derviche encendió mi codicia. Volví de nuevo atrás y le repetí el mismo razonamiento, encareciéndole la dificultad que tendría para gobernar los camellos, y me llevé otros diez. Semejante al hidrópico que más sediento se halla cuanto más bebe, mi codicia aumentaba a la condescendencia del derviche. Logré, a fuerza de besos y de bendiciones, que me devolviera todos los camellos con su carga de oro y de pedrería. Al entregarme el último de todos, me dijo:

        —Haz buen uso de estas riquezas y recuerda que Dios, que te las ha dado, puede quitártelas si no socorres a los menesterosos, a quienes la misericordia divina deja en el desamparo para que los ricos ejerciten su caridad y merezcan, así, una recompensa mayor en el Paraíso.

        La codicia me había ofuscado de tal modo el entendimiento que, al darle gracias por la cesión de mis camellos, sólo pensaba en la cajita de sándalo que el derviche había guardado con tanto esmero.

        Presumiendo que la pomada debía encerrar alguna maravillosa virtud, le rogué que me la diera, diciéndole que un hombre como él, que había renunciado a todas las vanidades del mundo, no necesitaba pomadas.

        En mi interior estaba resuelto a quitársela por la fuerza, pero lejos de rehusármela, el derviche sacó la cajita del seno, y me la entregó.

        Cuando la tuve en las manos, la abrí; mirando la pomada que contenía le dije:

        —Puesto que tu bondad es tan grande, te ruego que me digas cuáles son las virtudes de esta pomada.
        —Son prodigiosas —me contestó—. Frotando con ella el ojo izquierdo y cerrando el derecho, se ven distintamente todos los tesoros ocultos en las entrañas de la tierra. Frotando el ojo derecho, se pierde la vista de los dos.

        Maravillado, le rogué que me frotase con la pomada el ojo izquierdo.

        El derviche accedió. Apenas me hubo frotado el ojo, aparecieron a mi vista tantos y tan diversos tesoros, que volvió a encenderse mi codicia. No me cansaba de contemplar tan infinitas riquezas, pero como me era preciso tener cerrado y cubierto con la mano el ojo derecho, y esto me fatigaba, rogué al derviche que me frotase con la pomada el ojo derecho, para ver más tesoros.

        —Ya te dije —me contestó— que si aplicas la pomada al ojo derecho, perderás la vista.

        —Hermano —le repliqué sonriendo— es imposible que esta pomada tenga dos cualidades tan contrarias y dos virtudes tan diversas.

        Largo rato porfiamos; finalmente el derviche, tomando a Dios por testigo de que me decía la verdad, cedió a mis instancias. Yo cerré el ojo izquierdo, el derviche me frotó con la pomada el ojo derecho. Cuando los abrí, estaba ciego.

        Aunque tarde, conocí que el miserable deseo de riquezas me había perdido y maldije mi desmesurada codicia. Me arrojé a los pies del derviche.

        —Hermano —le dije—, tú que siempre me has complacido y eres tan sabio, devuélveme la vista.

        —Desventurado —me respondió—, ¿no te previne de antemano y no hice todos los esfuerzos para preservarte de esta desdicha? Conozco, sí, muchos secretos, como has podido comprobar en el tiempo que hemos estado juntos, pero no conozco el secreto capaz de volverte la luz. Dios te había colmado de riquezas que eras indigno de poseer; te las ha quitado para castigar tu codicia.

        Reunió mis ochenta camellos y prosiguió con ellos su camino, dejándome solo y desamparado, sin atender a mis lágrimas y a mis súplicas. Desesperado, no sé cuantos días erré por esas montañas; unos peregrinos me recogieron.


El Libro de las Mill y Una Noches*

_______________________
                1 Califa. Del árabe jalifa, sucesor. Título dado al jefe supremo del islam; sucesor de Mahoma. La fragmentación del islam en territorios independientes desde el siglo X, hizo que el título fuera usado por diversos monarcas. Lo mantuvieron nominalmente los descendientes de los abbasies en Egipto, hasta la conquista turco-otomana (1517), momento en que éstos lo adoptaron, hasta su abolición en 1924.

                2 Derviche. Voz francesa de origen persa que significa religioso. Monje mendicante musulmán(órdenes religiosas que tienen por instituto pedir limosna). Los derviches fueron primero eremitas (ermitaños); posteriormente, vivieron en comunidad, dedicados a la oración y al culto. Se extendieron por todos los países musulmanes.

                * Las Mil y Una Noches, famosa compilación de cuentos árabes, hecha en el Cairo, a mediados del siglo XV. Europa la conoció gracias al orientalista francés Antoine Galland. En inglés hay versiones de Lane, de Burton y de Payne; en español, de Rafael Cansinos Assens. El cuento Historia de Abdula, el mendigo ciego, fue seleccionado de: Antología de la Literatura Fantástica, de Jorge Luis Borges, Adolfo Bioy Casares, y Silvina Ocampo. Barcelona: Editorial Sudamericana,1999.

                 La ilustración que se presenta, es una pintura de Georges de la Tour (1593-1652). El original se encuentra en Nantes, Francia; en el Museo de Bellas Artes. Fue seleccionada del libro Masterpieces of Western Art. Editado por Ingo F.Walther . Italia:, Ed. Barnes & Noble Books, 2000.