Boletín Informativo, de expresión libre y creativa para padres, niños, familiares y amigos.
Hermosillo, Sonora, México.

        Andrés es mi hermano, tenía nueve días de nacido cuando le pegó meningoencefalitis y parálisis infantil, y quedó mal; no habla pero si entiende todo lo que le dicen. Hace seis meses murió mi mamá, y yo me lo llevé a vivir conmigo. Yo vivía con mi suegro pero lo trataban muy mal, lo mismo él como sus hijos; y sus sobrinos se la llevaban diciéndole “loco”, y los hijos de los vecinos se la llevaban tirándole pedradas. Tuve problemas en casa de mi suegro y me tuve que salir de allí. Ahora vivo en mi casa y estamos viviendo muy a gusto con él, mi esposo y mis hijos.

        ¿Qué va a ser de él cuando yo no esté? ¿quién lo va a cuidar?. Con mis hermanos no cuento, ni con mi papá. Yo estoy sola, mi esposo es el que me ayuda con él, aun teniendo a su papá enfermo y lidiando también con sus hermanos, que también están enfermos.

Cuando la niña empezó a ir a la escuela primaria, al principio la trataban bien; pero conforme la niña mostraba interés por aprender y no podía y se desesperaba, la maestra le decía que era una “tonta”, y no le tenía paciencia. Al grado que los niños eran muy crueles con ella y le decían “burra”, “tonta”; y lo que yo notaba es que la maestra tenía preferencia con los niños, y no había un día que no llegara llorando; porque a veces la niña me decía que le pegaba.
En la misma escuela, hay una escuelita de clases especiales; y con la maestra que le daba clases, se llama Lucy, con ella si se adaptó, fue ella la que me hizo el favor de acomodarla en el CAM 36.
Al principio que le dije a mi esposo el problema de la niña, como que no quería aceptarlo. Yo hice todo el papeleo para acomodarla en la escuela. Cuando la directora me dijo que él se presentara para conocerlo, pasaron como tres meses.
Sus tías paternas la tratan bien, mi suegro también, pero a veces de cariño le dice “estás tontita m´hija” entonces yo le hago ver que la niña no está bien, y le platico el problema que ella tiene. Su hermana mayor no le tiene paciencia y le dice palabras como “tonta”, “mongola”, “fea”, etc. Y por lo mismo, yo le digo que le tenga paciencia; pero como Eva, la niña mayor, está en una edad en que se está desarrollando (11años), tiene el carácter muy difícil. Con la hermana más pequeña se la lleva muy bien, tanto que tengo que estar sobre ellas porque hacen muchas travesuras. Por parte de mi familia materna es tratada bien por todos.
Lo que yo observo en la escuela actual, es que allí la tratan muy bien y la niña se adaptó de inmediato; ella es más participativa en todo.
Cd. Obregón, Son.

        Esta es la historia de todos los días de la niña Virginia Guadalupe. Todos los días va a la escuela y los niños o niñas la tratan mal, la hacen a un lado, no la aceptan como es ella. Me dice que se pone triste, y yo le digo “mi niña no les hagas caso, algún día tu estarás bien, porque ahorita estás mal en tus estudios; pero yo comprendo que vas a salir adelante porque yo, tu mamá, te ayudaré”.
        A veces yo me pongo triste y lloro, y la niña me mira y se pone triste. La niña no habla con nadie y se queda con la tristeza, eso le hace daño. Hay unas niñas que la quieren mucho: es la niña Patricia y sus hermanitos, y unas niñas de la escuela y sus abuelitos.
        Pero yo me pongo a pensar, que algún día ella va a salir adelante y todas las ofensas quedarán atrás. A mí me duele mucho que no la quieran. Pero nosotros la vamos a ayudar y ella va a ser una niña normal, va a salir adelante por su mismo pie. Y su mamá va a estar muy orgullosa de ella; las ofensas quedarán atrás, y ella va a estar muy orgullosa porque su mamá la ayudó con sus citas, terapias, etc. La niña va a ser una niña normal, ahorita tiene problemas pero la están ayudando. Así pienso yo, su mamá.