Boletín Informativo, de expresión libre y creativa para padres, niños, familiares y amigos.
Hermosillo, Sonora, México.

Hola soy Ignacio y tengo 12 años; les voy a contar algo que me pasó:
El lunes 23 de septiembre, la maestra de geografía, que también me da historia, nos puso un examen. Este examen consistía en: de todo el cuestionario que nos dio, escribir las preguntas y respuestas. Bueno, al rato, al momento de estar calificando ella, nos dijo:

— ¿Cuál es la pregunta uno?
Nosotros le dijimos:
— ¿Qué es el universo?
Y la respuesta es: un conjunto de astros, estrellas y polvo cósmico que hay en el espacio.
Ella respondió:
— ¿Qué? Ustedes están locos, están operados del cerebro.
Entonces tomó los exámenes y los rompió, y dijo:— ¡Ustedes, se los aseguro, van a tronar esta materia!.

En ese momento yo sentí que la maestra estaba loca, mensa, que era una p......, c......,y una hija de su m....; porque nos había dado un cuestionario, y ella al querer revisar, estaba en otro, que ni siquiera nos había dado. Yo digo, a los padres, que vean como son realmente los maestros que tienen sus hijos; por eso fue la causa de que escribiera esto, por eso fue, porque no quiero que le pase esto a alguien más.


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ola! Soy Alejandra, quiero contarles mi historia sobre un profesor que da la materia de geografía. El día viernes 6 de septiembre dejó unas preguntas; y el lunes de la otra semana las preguntan. Yo creía que esa vez no me iba a preguntar nada, y cuando preguntó la última, me preguntó a mí; y no supe qué decir, entonces dijo que me sentara, que tenía cero; y ningún profesor me había dicho eso, entonces yo me sentí mal y ese revolvimiento no me dejaba en paz. Entonces dije: “yo le debo echar más ganas”. Esta semana nos dejó hacer un eclipse. En mi casa, ese mismo día, agarré una cartulina y me lo puse a hacer. Y no me salía, me equivocaba: por un lado ése lo componía y el otro lado me salía mal, y me dio tanto coraje que hasta lloré porque no me salía. En la noche todavía seguía y seguía, y por fin me salió; lo pinté y me fui a acostar. Al otro día llega el profesor y me puse muy nerviosa, cuando fui a revisar, se le quedó viendo un momento, yo creía que me iba a decir que estaba horrible, pero dijo delante de todos: ¡Alejandra tiene 10! Me dio mucha alegría y me quitó ese cero horrible que tenía en la lista.