Ahora que entró Jorgito a la escuela ha dibujado un sueño. Dibujó que un monstruo lo perseguía con un cuchillo y se lo encajaba en la garganta; y venía su mamá y le disparaba y se convertía en ratón; algo así. Eso me dejó muy mortificada. Después un día amenazó a su hermana con matarla y yo lo oí.
Jorge (su papá), se compró un rifle para que se lo regalara en navidad, y cuando lo abrió le dijo que era para los dos; y han estado yendo al mar y allá disparan.
Está mucho más agresivo a las consecuencias. A veces no he terminado de hablar cuando ya está gritando, llorando. Para hacer lo que quiere sólo grita, no habla; siempre quiere ser el primero, llevarse lo mejor que su hermana.
Tiene una semana que empezó el futbol; y en la ronda se la pasa ofendiendo al niño gordito y al moreno. En la clase el maestro dice que no hace caso, y cuando ya no puede lo sienta a un lado, como consecuencia, y él se va: se sube a los árboles, se esconde, etc., y no hace nada, pero dice que le encanta el futbol y quiere seguir pero a lo mejor ya no me lo aceptan.
Tiene viernes y sábado insoportable; estoy cansada de regañarlo, de hablar con él, y a los 5 minutos esté haciendo en lo que se supone habíamos quedado no está permitido o iba a cambiar, etc.
Llegó Jorge de viaje y se encuentra con semejante cuadro: gritos regaños, contestaciones sin sentido del niño; y él que viene cansado, con ganas de relax y se encuentra con esto: transforma su cara en frustración y él también regaña al niño.
Cuando a veces es tanto nuestro coraje con él, por su comportamiento, le hemos dado un apretón de brazo, un jalón de pelo, algo así no muy fuerte; hace como si lo estuviéramos matando y frecuentemente nos grita en cualquier parte que nos odia, con una rabia que da miedo.
Yo en lo personal siento miedo a veces de él; de lo que pudiera llegar a hacer. Ahorita son las 3:00 a.m. y me despertó un sueño, como si alguien me hubiera gritado y fui a ver a Jorge, porque se quedó dormido en la estancia viendo un programa y hasta la tele todavía estaba prendida; y le pregunté si él había gritado, pero se movió un poco y siguió dormido. Creo que él no fue, la niña está en su cuarto y Jorgito se quedó a dormir en casa de mi mamá. Y se quedó adrede, porque Jorge dijo que no lo podía cargar; entonces se hizo un tendido y se durmió. Pero ahorita que me he despertado me vino un miedo y me pasaron todas estas cosas por la cabeza que no me puedo dormir; pienso si algo les podría hacer Jorgito a mis papás, con esos sueños que ha tenido. (Marzo de 2003)