Boletín Informativo, de expresión libre y creativa para padres, niños, familiares y amigos.
Hermosillo, Sonora, México.

Padres

La violencia de mi padre hacia nosotros nos afectó mucho, hubo separación entre ellos (mamá y papá), eso hizo que yo me sintiera insegura de mi persona. Hubo una vez que estábamos comiendo y mi hermana estaba sentada en una mesa chica y mi papá estaba comiendo, y dijo mi hermana que no quería comer y que no quería sopa. Mi papá se levantó enojado y aventó una patada muy fuerte, y en ese momento mi hermana calló para atrás en la silla, y la patada que iba dirigida a ella le pegó a la pata de la mesita. ¡Que tan fuerte iría la patada que se levantó toda la uña del dedo gordo del pie!, lo tuvieron que llevar al hospital, pero gracias a Dios que no le dio a mi hermana, porque no sé que le hubiera pasado con ella porque estaba en ese tiempo pequeña 5 ó 6 años.

Cuando íbamos a la primaria y nos tocaba educación física, había veces que no podíamos llevar short y nos poníamos pantalones, porque teníamos moretones en las piernas, nos pegaba con cintos. Tuvimos ayuda psicológica.

Cuando me casé, mi familia es lo principal y lo más importante, comprendí que tan importante es la familia: mi esposo, mis hijos; el amor de ellos, el cariño. Mi esposo me ayuda mucho a curar esas heridas (emocionales) que dejó mi papá, y a pesar de todo lo sigo queriendo, porque mi mamá nunca nos habla mal de él, y mi esposo no entiende eso, porque dice: “¿tanto daño te hizo y todavía le tienes cariño?”.

Tal vez mi padre no me valore; pero yo tengo unos hijos maravillosos y un esposo, con defectos que tenemos todos, porque nadie es perfecto. Tenemos una familia unida, y como él dice que nosotros, esposa e hijos, somos “su razón de vivir”; que por nosotros lucha todos los días. Yo siempre digo que tuve suerte de encontrarme un buen compañero, un poco gruñón, pero luego se le pasa. Se enoja y al rato se está riendo o lo hacemos reír.

Mi papá me habló por teléfono en diciembre para desearme un feliz año, y decirme que el quería que fuera feliz; y le dije que yo soy feliz, porque tengo una familia.

… A lo mejor me aferro a mi familia, y me pongo a pensar que si por un motivo nos divorciamos y se acaba mi familia… ¿qué es lo que va a pasar?... (Enero de 2003)