Encontro además de una extensa victimización de la mujer en la familia, la forma en que esas mujeres fueron victimizadas de nuevo en la comunidad. Ello debido a la naturaleza de la cultura patriarcal que dicta el poder al hombre. El rol que desempeña la mujer generalmente está determinado por el hombre. El sistema patriarcal estimula el desarrollo de la autosuficiencia, poder, una mente racional para el hombre y delega a la mujer el rol de desarrollar habilidades más intuitivas, emocionales y nutricias. Paradójicamente, la indefensión para el hombre en esta cultura generalmente se traduce en conducta violenta, alcoholismo y conducta antisocial.
Lo anterior, significa entender que, en nuestra cultura, todas las mujeres experimentan abuso en algún sentido; en el sentido de lo femenino que es tan abusado y callado. En el sentido que la parte de la mujer que es intuitiva, que siente emoción, que está conectado y opuesto a lo racional y al sentido autosuficiente masculino es callado. De alguna manera, en este proceso de callar la voz femenina vemos mujeres en dolor, disociados del significado de éste en sus cuerpos, no conectado a su cuerpo.
Considera entonces, las historias de
dolor crónico, que de alguna manera enlaza la forma en
que las mujeres han sido calladas y han aprendido patrones de
conducta para sobrevivir al abuso. Observó que las mujeres
quienes estaban consultando con un terapeuta podían mágicamente
mejorar físicamente cuando ellas cambiaban o suspendían
la terapia.
Así, los síntomas, son señalados
como una forma de tratar de ser oídas; pero cuestiona
¿cómo puede un profesional dominado por un género
escuchar lo que el otro género está diciendo?.
Las mujeres han aprendido por siglos a expresarse en términos
corporales o síntomas de algún tipo porque es
la única forma que son escuchadas. Entonces sin realmente
darse cuenta, muchas mujeres acuden con médicos y expresan
síntomas físicos porque esta es solamente la forma
de ser en el mundo. El doctor obviamente no quiere saber acerca
de experiencias que no puedan ser arregladas por él;
como tampoco quiere oír acerca del abuso, al mismo tiempo
se cuestiona ¿esto le recuerda que él pudo haber
sido abusivo?.
Una historia de abuso sexual en la niñez, encontró
que es común en mujeres con una historia de dolor crónico
especialmente dolor pélvico, trastornos intestinales,
en el comer, obesidad y abuso de alcohol. Nota que hay muchos
problemas de dolor que desproporcionadamente afectan a las mujeres.
Dolores de cabeza y artritis reumatoide son generalmente citados. Por ejemplo, las mujeres fueron consistentemente más alto que los hombres para todos los tipos de dolor orofacial, incluyendo el dolor temporomandibular.
Actitud de los familiares.
Existen familias reticentes que no quieren involucrarse ni tomar partido, son aquellas que nunca valoraron ni protegieron a esa niña que hoy es mujer golpeada o maltratada. El mito que aparece en estos casos es: "si tuvieras paciencia las cosas cambiarían"; esto es peligroso pues la realidad indica que cuanto más tiempo pasa sin freno o sin solución, la violencia empeora, se hace más frecuente y más intensa. El abuso no se detiene espontáneamente sin intervención externa. Con la paciencia sólo se refuerza la conducta del hombre violento que no encuentra vallas ni contenciones y puede encaminarse hacia las situaciones límite: homicidios, parricidios, suicidios, masacres familiares. Y por supuesto, pidiéndole paciencia a la mujer se hace recaer en ella otra vez el esfuerzo y el sacrificio.