Boletín Informativo, de expresión libre y creativa para padres, niños, familiares y amigos.
Hermosillo, Sonora, México.

El niño y el cohete

   A un cohete que rápido subía
un niño le decía:
“Tu luz envidio y sin cesar quisiera
volando como tú, cruzar la esfera.”

   Entonces el cohete, con cariño
le dijo: “pobre niño,
no envidies mi esplendor, mi gloria es humo,
¿qué no ves que brillando me consumo?

   Es mejor en la senda que cruzamos
nunca en el fausto ni en la gloria vernos,
que si el ardiente brillo ambicionamos
nuestro propio esplendor puede perdernos.

(José Rosas Moreno)



 

El niño y la luna

   Un niño miró la luna
y hasta ella quiso llegar,
a una escalera subióse
sin su intento coronar.

   Subió a lo alto de un árbol
y el resultado fue el mismo;
no pudo tocar la luna
a pesar de su optimismo.

   Un maestro, que lo viera
su manecita estirar,
le dijo que no es posible
así, la luna tocar:

   “No obstante nos estiremos
a la luna no llegamos,
pero si volar sabemos
de seguro la alcanzamos;

   “Estudia para astronauta
y a la luna llegarás”.
Así lo hizo el pequeño
y su sueño, fue verdad.

   La paciencia bien llevada
aunada con la constancia,
permite que, finalmente,
triunfe la perseverancia.

(Antonio Salgado Herrera)

*Las fábulas anteriores fueron seleccionadas de: Salgado-Herrera, Antonio: Las mejores fábulas para niños. México: Editorial Selector; 1992.