Boletín Informativo, de expresión libre y creativa para padres, niños, familiares y amigos.
Hermosillo, Sonora, México.

Cuando llevé a la niña a consulta, el doctor me dijo que la niña tenía rasgos de Síndrome de Down, y yo me sentí tan mal que luego fui a platicarlo a mi esposo, él se puso tan triste que se lo contó a mi suegra; para esto, mi cuñado siempre se la pasaba diciéndole a la niña ¡cierra la boca!, y mi suegra se lo contó para que dejara de decir eso.

En una ocasión fuimos a su casa, y mi cuñado me preguntó ¿es cierto que la Ale tiene Síndrome, y me molesté tanto que le pregunté ¿quién te dijo eso? Mi mamá. Pues no, lo que tiene la niña es de lento aprendizaje, pero para eso la estoy llevando con los doctores. Pero ahora me siento un poco mal porque ellos tuvieron una niña con el Síndrome. Para en ese entonces su esposa tendría entre 3 y 5 meses.

Ellos a nosotros no nos comentaron nada, pero a la demás familia sí. Aunque cuando la niña nació yo le noté luego, luego, pero no quise hacer ningún comentario porque me dio pena.

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Empezaré por decirles que desde hace cinco años por esas cosas extrañas e inaceptables de la vida, falleció una prima hermana muy querida, lo más lamentable es que ella dejó a dos niños, uno de un año y siete meses, su nombre es Juan Ignacio y al pequeñito José Rodolfo que nació de seis meses de gestación, de hecho el bebé nació y a las horas murió su madre biológica.

A partir de ese momento empecé a involucrarme con estos dos angelitos, de tal forma que mi vida empezó a girar alrededor de ellos. Cabe aclarar que soy una persona soltera, y hoy en día madre soltera de dos hermosos pequeñitos.

José Rodolfo por los problemas que presentó al nacer se le diagnosticó parálisis cerebral infantil (PCI), estuvo en terapia intensiva casi cuatro semanas, además de problemas severos con sus bronquios, reflujo, alergias a diferentes alimentos, etc. Desde pequeñito (ahora tiene 5 años) lo he llevado a terapias, diferentes médicos (neurólogos, ortopedistas, alergólogo pediatra) y lo más importante es que mi niño siempre ha demostrado ser una personita muy valiente, tenaz, tierno, cariñoso y feliz; lucha día con día con su problema motriz y a la fecha empieza a desplazarse por si mismo con la ayuda de una andadera y eso lo hace muy feliz ya que se siente libre de ir donde él quiera. Claro, con mi supervisión y vigilancia para que no se lastime. Rodolfo asiste a Kinder y es un niño muy inteligente y sociable.

Respecto a mi hijo mayor, que hoy en día tiene 7 años, Juan Ignacio, él es un niño muy inquieto, inteligente, cariñoso, tierno y muy travieso, pero no agresivo. A él se le ha detectado hiperactividad con déficit en la atención; y después de buscar diferentes diagnósticos y tratamientos (psicológicos) hoy en día gracias a Dios y a su doctor que lo está tratando, la escuela para él ya no es un martirio ni un lugar donde lo único que recibía era incomprensión. Hoy es un estudiante sobresaliente, feliz de asistir a clases, tiene muchos amigos, según la descripción de la psicóloga del colegio es el líder del grupo.

Como les he narrado, desde que Dios me enviara a estos dos angelitos, mi vida ha dado un giro completo, que ahora la razón para seguir luchando, de continuar superándome son ellos: para poder darles una buena educación con valores; para que el día de mañana sean unas personas decentes, trabajadoras, preparadas, capaces de valerse por sí mismas.

Mis hijos han hecho realidad mi sueño de ser madre, cuando los veo dormir, despertarse, reír, llorar, hablar, cantar, no me canso de agradecer a Dios y a la vida la oportunidad que me está dando de disfrutar todo, todo lo maravilloso que significa ser mamá.


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