La niña entró a clases el 2 de septiembre; va a 4to grado. Entraron trabajando bien todo el grupo, pero la maestra empezó a tener problemas con su embarazo: ella tiene 7 meses de embarazo. Tienen como un mes que los niños son atendidos por la directora y otras maestras. A la semana están faltando de 1 a 2 días, y no han trabajado como debe ser. Algunas mamás hemos comentado ¿qué va a pasar con los niños ?, porque parece ser que la maestra no va a darles clases hasta el mes de febrero o marzo. Vamos a hablar con la directora para ver qué va a pasar con el grupo.
Con este descontrol que está pasando, noto que la niña se está “aflojerando”; cuando no van a clase me dice: ¿mañana tampoco vamos a tener clases?. Veo que no tiene entusiasmo, veo que ella sabe que no tiene maestra y eso hace que no se motive, ni hace las tareas bien. Porque la maestra que les da clases, no se las revisa; a veces sí.
Aparte de que con la niña siempre hemos batallado para que haga tareas, que se levante temprano para ir a la escuela, para que trabaje estando en clase; y con esto que está pasando pienso que le va afectar más. Espero que con las clases de apoyo estemos reforzando ese lado, para que siga adelante.
La siguiente es una nota de recomendaciones, que envía una maestra al plantel donde ingresará la niña a la primaria.
Aunque su desempeño escolar es favorable, su autoestima está muy baja a causa de las constantes burlas de sus compañeros, debido a su color de piel. Este detalle le afectó mucho durante sus dos años de preescolar; pese a mis constantes esfuerzos por cambiar el concepto de los niños al respecto. Yo intenté durante este tiempo, de tomarla en cuenta más que a los demás, alabarla delante de todos por sus logros escolares, además de sus atributos físicos: ¡Que niña tan bonita!, ¡Mira tu vestido que lindo!, ¡Que bien te vez!, etc. A pesar de esto, sus últimos comentarios fueron de disgusto acerca de su color de piel. Le suplico, maestra(o), abusando de su amabilidad, tome en cuenta mis comentarios y elabore un plan para beneficio de Patricia. Es una niña muy dócil, obediente, lista, atenta, y sería una lástima que sus capacidades se vinieran abajo a causa de una autoestima baja. Se la encargo mucho.
Me pongo a sus órdenes para cualquier detalle de la niña antes mencionada y de cualquier otro que fuera mi alumno.
Agradeciendo de antemano el favor de su atención,
me despido respetuosamente.
Profra.