Boletín Informativo, de expresión libre y creativa para padres, niños, familiares y amigos.
Hermosillo, Sonora, México.

 

Doctor:

Sé que cuando vaya me va a regañar, pero perdóneme es que no he bajado de peso; hay veces que me quiero organizar para no comer tanto, pero no duro ni la semana, y no es que no me interese mi salud, adelgazar y ser bonita; pero cuando intento no comer mucho se me antoja más y por eso antes de que me ponga frente a frente con usted, le mando esta carta. Pero no nada más tengo malas noticias, también le quiero decir que ya pasé a 2do. año de secundaria, y no reprobé ninguna materia, estoy limpia de pendientes. También ya cumplí 13 años.

¡Eh, bueno! Ya le informé. ¡Ah! Se me olvida, no he tenido convulsiones desde hace 2 ó 3 años. No sé, pero ya le dije un poco, espero que no se haya enojado mucho, perdón y hasta la cita.

Su paciente, Evelyn.


****

¿ Qué entiendo por epilepsia? Yo pienso que es una enfermedad en la cual no se puede saber muchas cosas: como ¿cuándo se acabará?, todo esto se debe a que esta enfermedad son órdenes del cerebro. Yo no sé exactamente de cuántas formas se pueden presentar, pero yo he visto y vivido de dos: una en la que la persona pierde el sentido, tiembla y babea mucho. Esta forma la he vivido con mis hermanas; la otra es: tiembla pero no pierdes el sentido, ni babea; ésta la he vivido yo.

Yo he vivido mucho, experiencias de convulsiones con mis hermanas. Yo tengo tres hermanas: Mavy tiene 11 años y empezó a convulsionar a los 2 años; Nancy también tiene 11 años, ella empezó a convulsionar a los 2 años, 8 meses; Anel a los 3 años.

He vivido muchas experiencias con mis hermanitas, pero una muy grande, en la que yo tuve que ser muy fuerte fue un día que nosotros andábamos en Guadalajara; ahí yo no conozco a nadie, ni tengo familiares. Una tarde, yo me quedé sola con mis tres hermanas en el hotel, mientras mi mamá y mi papá salieron de compras; nosotras nunca nos quedábamos solas, por el motivo de que podían convulsionar una de mis hermanitas, pero entonces nosotras estábamos muy cansadas, entonces se confiaron, y por mientras descansábamos ellos se fueron a hacer compras.

Al poco rato de que se fueron mis papás, mi hermana Anel empezó a babear, pero como yo tenía más o menos 9 ó 10 años y no la vi que estaba temblando, así como temblaban mis otras dos hermanas, yo creí que mi hermanita estaba jugando, pero luego le empecé a hablar y no me contestaba, yo tenía mucho miedo porque estaba sola y no sabía qué hacer. Entonces la tomé en los brazos y bajé con ella a la recepción a pedir ayuda, pero el señor no me creía que estaba convulsionando, él ni sabía que era eso, él me decía que a lo mejor le había hecho daño una comida. Del miedo y el coraje que tenía, porque el señor no le llamaba a la ambulancia se me habían olvidado mis otras dos hermanas. Yo le encargué la niña a una señora que venía bajando, me fui por mis hermanas y él de ver mi desesperación, le llamó a la Cruz Roja.