Cuando nos acercábamos a nuestro destino, yo estaba un poco nerviosa.
Mi mamá no encontraba lugar donde estacionarse; pero luego encontró un buen lugar.
Cuando llegamos no podíamos abrir la puerta, pero la secretaria nos ayudó a abrirla.
Entonces entramos y esperamos un rato; después llegó el doctor, me preguntó muchas cosas…
Y me dijo que a la mañana siguiente me iba a hacer un estudio; y que para ese estudio se necesitaba que me desvelara, que estuviera despierta desde las 3:00 de la madrugada. Y así fue.
También me prestó unos libros, eran 5 ¡todos muy bonitos!
Al día siguiente, llegué al consultorio con sueño y el doctor me hizo el estudio; me dio unas instrucciones y me pegó unos cables con una crema por toda la cabeza. Y al finalizar el estudio nos regaló paletas.