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Hermosillo, Sonora, México.

El Fausto de Goethe. La tragedia del desarrollo

La Victoria de la Lucidez
“El Fausto de Goethe. La tragedia del desarrollo”
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Aquel que quiera referirse a Fausto de Johann W. Goethe, desde el punto de vista artístico, deberá seleccionar muy bien el tema, ya que dicha obra literaria ofrece un enorme mosaico al respecto. Tantos, que no se limitan a la vida de un personaje, sino que expresa y dramatiza el proceso por el cual, a finales del siglo XVIII y comienzos del XIX, hace su aparición un sistema mundial característicamente moderno.

Al utilizar una superficie limitada como lo es un pedazo de lienzo enmarcado para hacer un también limitado homenaje pictórico a Goethe, los autores del cuadro que tenemos ante nosotros, se vieron en esa necesidad: elegir una temática amplia que contemplara aunque sea someramente los pasajes más esenciales de la obra de acuerdo a su leal entender. Es por eso que pintan a un Fausto Desarrollista, como símbolo de la época moderna que se caracteriza por el desmedido afán de utilidades, de ganancia a la naturaleza, sin importar el deterioro, primero de la salud y dignidad humanas; y segundo del medio ambiente.

Los personajes en el cuadro: al centro Fausto, cuya posición inclinada indica movimiento, avance hacia el frente, nos mira sobre su hombro. Su semblante deja ver cierta inconciencia sobre lo que hace, pues pasando sobre Margarita (Gretchen), que yace en el suelo de una mazmorra, extiende su diestra en actitud de ganarle espacio al mar. Se nota en el horizonte, sobre espacio ya ganado, una gran ciudad de diseño futurista como modelo de progreso tecnológico, aunque para su construcción se someta a inhumana explotación al hombre ahí representado por dos trabajadores; y el crimen perpetrado contra Filemón y Baucis, pareja de bondadosos e indefensos ancianos asesinados después de incendiar su casa. Misma que sirvió de refugio a Júpiter y Mercurio a la que bajo forma humana acudieron a pedir asilo después de ser rechazados por otros vecinos.

Margarita personifica a la mujer que pese a sus muchas virtudes, ha sido hasta ahora, víctima secular de quienes detentan el poder económico, político y social. Más por esfuerzo propio, que no por dádiva graciosa ni por fortuna, empieza a reclamar el sitio que en justicia le corresponde. Fausto con ayuda de Mefistófeles, quien proporciona los medios (oro) para deslumbrarla, hace caer a Margarita. La seduce y abandona, al huir después de matar a su hermano, hundiéndola en un mar de fango y desesperación; que la llevan a la malvivencia, al crimen, la locura y la cárcel.

Mefistófeles, entre Fausto viejo, al que le compra el alma, y el Fausto joven, que recibe el beneficio de esa transacción – juventud y riqueza–; nos parece más que un puente, un integrador de los tres, en un todo extraordinario capaz de emprender todo tipo de innovadoras aventuras que van, desde crear el dinero de papel (el billete que da origen a la banca), como un aval sobre futuros hallazgos de oro, para así salvar a un endeudado imperio. Hasta los experimentos científicos, animando materias físicas humanas para crear vida, el resultado: un homúnculo, un efímero ser de luz superdotado, que nos hace pensar en los más recientes adelantos logrados en ese sentido en el terreno de las ciencias biológicas.

Naturalmentre, ni la pintura ni esta pretendida descripción de ella cumplen ni con mucho, un mínimo del tema escogido por los artistas, ambas constituyen una invitación muy atenta a la lectura de esa gran obra en la que sin duda encontrará muchísimo más material de análisis, no en vano invirtió en escribirla 62 años de su valiosa vida el enorme Goethe.

Por: Sergio Sosa Reyes